Namaste, amigos y amigas.
Hoy me gustaría compartir con ustedes algunas reflexiones sobre el camino espiritual, cuestiones que noto pueden no estar muy claras para muchos de nosotros, sinceros buscadores.
Es crucial entender algunos enseñanzas del camino espiritual, especialmente para aquellos que lo están recorriendo de manera más consciente, y comprender que estas enseñanzas van mucho más allá de nuestro intelecto y nuestra mente pensante. Necesitamos “pescar” estas enseñanzas a nivel intuitivo, después de todo, son intrínsecas a las profundidades de nuestro Ser.
Por ejemplo, ¿ser “zen” significa no sentir y/o demostrar emociones? ¿O significa ser verdaderos y auténticos con respecto a ellas?
Si respondiste ‘sí’ a la segunda opción, estamos en sintonía. Según mi propia percepción y después de casi 20 años de práctica, meditaciones, estudios y más de 15 años enseñando a diferentes cuerpos y mentes, entiendo humildemente que la práctica del yoga y la meditación no anulan nuestros sentimientos y emociones. Al contrario, a veces nos hacen sentir aún más y despiertan mayores sensibilidades hacia todo lo que sucede dentro de nosotros y a nuestro alrededor.
La espiritualidad no nos deja indiferentes o fríos, mucho menos insensibles. Todo lo contrario, estamos más presentes y atentos, más vivos y despiertos, y por lo tanto, sentimos aún más.
Al mismo tiempo, lo que me doy cuenta es que, con estas prácticas, también nos volvemos más desapegados y menos identificados; nos convertimos en más observadores y menos enredados en las emociones y las situaciones.
A medida que nos desprendemos de esas actitudes, pensamientos y emociones, nos volvemos emocionalmente más maduros y más capaces de aceptarlas, y así, cuando sea el momento, también podremos purificarlas (esto no siempre ocurre en “nuestro” tiempo, sino en el tiempo Divino…).
En el momento en que nos entregamos, nos abrazamos y practicamos la compasión (incluso con nosotros mismos), ocurre casi espontáneamente una liberación.
Todo esto es muy sutil y mucho más fácil de hablar y escribir que de poner en práctica… Incluso para aquellos que practican y meditan durante años, a veces pueden sentirse frustrados consigo mismos, creyendo que son incapaces de cambiar y que todo su esfuerzo por mejorar fue en vano…
La buena noticia es que, si somos capaces de amarnos tal como somos, con nuestros “defectos” y “cualidades”, practicando y meditando sin expectativas, realmente y genuinamente dedicando todos los frutos de nuestras acciones al Ser Divino, al Guru, a Dios (o como prefieras llamar a este Ser interior), tengo profunda confianza y fe en que vendrán transformaciones e iluminación.
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